Existe violencia de género no sólo cuando hay agresiones físicas. Por eso te proponemos que prestes atención a las situaciones siguientes porque, sin saberlo, puedes estar sometida a un riesgo.
Lo que pretendemos es ayudarte a evitar relaciones de desigualdad y de imposición que,
antes o después, acaban en violencia
Observa si el chico con el que mantienes relación de pareja tiene alguna de estas características:
- Controla lo que haces, exige explicaciones por todo y pretende conocer hasta tus pensamientos. No quiere que tengas «secretos» para él.
- Quiere saber con todo lujo de detalles a dónde vas, dónde estuviste y con quién. Cuánto tiempo pasas en cada sitio. Cuánto tiempo vas a estar fuera y a qué hora volverás. Te llama continuamente para comprobarlo o se «pasa» por tu casa
- Te vigila de manera permanente, te critica o intenta que cambies la manera de vestir, de peinarte o de maquillarte. O simplemente intenta que cambies de forma de hablar o de comportarte
- Te amenaza o realiza prohibiciones con respecto a tus estudios, tu trabajo, tus costumbres o las actividades o relaciones que tienes.
-Quiere conocer a todos tus parientes, amigos, vecinos, compañeros de estudios o trabajo para saber cómo son. Después se pasa la vida controlándolos, criticándolos, sospechando o desconfiando de ellos.
-Monta escándalos en público o en privado por lo que tú u otras personas dijeron o hicieron.
- Te suele dejar «plantada» en salidas o en reuniones, sin dar explicaciones ni aclarar los motivos de su comportamiento.
-No expresa ni habla acerca de lo que piensa o desea. Sin embargo, él pretende que adivines lo que le ocurre o lo que desea y que estés pendiente de él.
- A veces te da órdenes. Otras te «mata» con su silencio, con actitudes esquivas, desagradables y con mutismo. No abandona esta actitud aunque consiga lo que buscaba.
- Demuestra enfado y frustración por todo lo que no sale como él quiere, sin distinguir lo importante de lo superfluo.
- Te culpa a ti de todo lo que ocurre y te convence de que es así, dando vueltas a las cosas hasta que consigue confundirte o dejarte cansada e impotente.
- No reconoce ninguna responsabilidad sobre la relación que mantenéis ni sobre lo que os sucede a los dos.
- No te pide disculpas por nada.
- Te mantiene en vilo en fiestas o reuniones, coqueteando con otras chicas de manera abierta o encubierta.
- Es seductor y simpático con todo el mundo, pero a ti te trata con crueldad.
- Te está prometiendo siempre que va a cambiar sus defectos o sus adicciones. Nunca cumple, pero sigue insistiendo en que lo hará.
-Piensa que las mujeres son inferiores y deben obedecer a los hombres. Y si no lo dice, actúa como si lo pensara.
- Para conseguir mantener relaciones sexuales, si tú no estás dispuesta, pone en práctica toda una serie de artimañas:
Te acusa de anticuada.
Pone en duda tus sentimientos o tu amor hacia él.
Te acusa de frígida.
Te avergüenza haciéndote sentir un bicho raro.
Te reprocha que no te importa que él «se ponga caliente y no pueda desahogarse».
Te amenaza con buscarse otras chicas para acostarse con ellas.
Te acusa de anticuada.
Pone en duda tus sentimientos o tu amor hacia él.
Te acusa de frígida.
Te avergüenza haciéndote sentir un bicho raro.
Te reprocha que no te importa que él «se ponga caliente y no pueda desahogarse».
Te amenaza con buscarse otras chicas para acostarse con ellas.
Te dice que «tienes miedo a convertirte en mujer».
Te critica por estar muy atada a tus padres, a tus convicciones morales o a tu religión.
Exagera tus defectos.
Te critica por estar muy atada a tus padres, a tus convicciones morales o a tu religión.
Exagera tus defectos.
- Todo lo transforma en bromas o utiliza el humor para tapar sus actos de irresponsabilidad, restando importancia a sus incumplimientos.
- Utiliza algún dato de ti o cosas que conoce de tus otras relaciones para hacerte reproches o acusaciones o para demostrar su desconfianza en ti y en tu amor por él.
- No te presta atención y asegura con superioridad saber más y tener más experiencia que tú.
La violencia es una conducta aprendida. Es anterior a la pareja y no cambia espontáneamente
ni por la voluntad propia ni por la de otras personas. Para poder cambiar es necesaria la ayuda de profesionales adecuados. Los celos no son una demostración de amor, sino un abuso de poder.
La necesidad de posesión y de control de la pareja, las prohibiciones y amenazas, encubren una autoestima muy baja, inseguridad y desconfianza y tienen más que ver con la historia de una persona que con lo que haga o no haga su pareja.
Si no puedes dejar a tu pareja que te maltrata o estás atrapada en un círculo que alterna
maltrato con arrepentimiento, miedo con lástima, etc., pide ayuda a profesionales o acude a un Centro de la Mujer o Asesoría Forma Joven
maltrato con arrepentimiento, miedo con lástima, etc., pide ayuda a profesionales o acude a un Centro de la Mujer o Asesoría Forma Joven
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